La Costa Brava en el Nocturama



La Costa Brava en el Nocturama
C.A.A.C. Monasterio de la Cartuja, Sevilla
04/08/05, 22:00 horas

Jueves 4 de agosto. Al principio de la noche era el silencio. Llegamos sobre las 22:00 al Monasterio. Entre sus paredes ocre nos esperan dos de los monstruos del pop español, Sergio y Fran; Fran y Sergio. Después de todos los rumores de separación del último año, me pregunto si asistiremos a una lamentable imagen en plan Gilmour & Waters, dos grandes pisando el mismo escenario sin mirarse los caretos.



La Costa Brava en el Nocturama
C.A.A.C. Monasterio de la Cartuja, Sevilla
04/08/05, 22:00 horas

Jueves 4 de agosto. Al principio de la noche era el silencio. Llegamos sobre las 22:00 al Monasterio. Entre sus paredes ocre nos esperan dos de los monstruos del pop español, Sergio y Fran; Fran y Sergio. Después de todos los rumores de separación del último año, me pregunto si asistiremos a una lamentable imagen en plan Gilmour & Waters, dos grandes pisando el mismo escenario sin mirarse los caretos.

Siguiendo a la ordenada fila de poperos que nos preceden, llegamos a un patio casi a oscuras, donde en el césped, sobre los pretiles, apoyados en los muros, en actitudes displicentes, como en una portada de los discos de LCB, centenar y medio de indies de dos (o tres) generaciones hacen cábalas sobre qué peli es la que se está proyectando en la pantalla detrás del vacío escenario. Mamoneos japos, dice uno. Yo sólo sé que no es Battle Royale, porque aún no estoy cubierto de sangre.

Sigue entrando gente. Junto a mí pasa Ricardo Vicente, con una camiseta roja de Tachenko... el tío, en plan Santiago Segura y sus Torrentes. Antes de que me de cuenta, está al teclado y Fran, que ha aparecido de la nada, comienza a cantar... “Dame algo de beber...”, así cae la primera de las míticas del primer disco: “Hazte camarera”. Me doy la vuelta y veo, gafas de pasta, faldas y polos a rayas, unos 300 que ya casi llenan el patio. Buen sonido y birra en la mano, una organización de diez, pensé. Y ni siquiera hace calor.



Sergio se levanta del ampli en el que estaba esperando su turno y a partir de ahi su personalidad y su buen humor toman las riendas. Se aprecia muy buen rollo entre los tres, en particular entre Sergio y Fran, ¿qué fue de aquélla nota en el blog de Nixon hace un par de meses?. Afortunadamente para todos, pasó a la historia. Mientras Vanessa se acerca al escenario para seguir con lo suyo de las fotos, disfruto de las canciones del “Llamadas Perdidas”. “El Cumpleaños de Ronaldo” suena mejor así en básico y lo mismo pasa con “Dos Ostras” y “Treinta y Tres”; esas voces se aprecian mucho mejor fuera de la maraña que las arropan en la versión de estudio.

Fran ha empezado a afinar y aprovecho para ir a la barra. Cuando vuelvo está preguntando si hoy es el cumpleaños de alguien, evidentemente se aproxima “Canción de Regalo”, una petición que le hicieron a Fran, según nos confiesa: “Y como soy así de tonto, pues le hice esta canción”. “Pero tío, ¡yo la conozco y ella te quería!” salta Ricardo. No ha acabado el repaso a las canciones de los discos anteriores, aun faltarían “Dos Científicos”, “Natalia Verbeke”, “Nada Más”... Llevamos una hora y media larga de concierto cuando empieza a sonar la favorita de Vanessa, “Déjese Querer por una Loca”. “De cinco novias que he tenido, cuatro estaban locas, por eso esta canción es mi favorita” comenta Fran. “Pues de las cinco locas que conocí yo, una fue mi novia”, Ricardo está sembrado.



La gente lo esta pasando bien. Ellos lo están pasando bien. “Pero bueno chicos ya vale de charla, vamos a trabajar” vuelve a la carga Ricardo. Todo va sobre ruedas, salvo algún problemilla con la Gibson SG de Ricardo, que se lamenta “Trescientos billetes de guitarra para esto”. Fran le pasa su Telecaster, mientras Sergio les advierte “Chicos, recordad los cazafantasmas: ¡No crucéis los rayos!”. Aún han de obsequiarnos con mi favorita, “Lentillas de Colores”. Cuando después de una hora y tres cuartos de un gran directo, fresco y muy animado, parece que todo ha concluído, Fran nos hace un bis “Venga, ¿cuál queréis?”. La elegida es “La Condesa Aragonesa”.

Eran las doce de la noche. La música había acabado. A mi alrededor pude palpar ese buen rollo que flota en el aire después de un concierto íntimo, como respirar una sonrisa. Salí del Monasterio.



¿Qué sensación te queda a tí cuando vuelves a casa tras una noche de esas que no se olvidan?.

josema@rockandaluz.com

Texto: Josema.
Fotos: Vanessa.



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Publicado por David Piña el 06 Aug 2005




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