RockAndaluz se acercó a Auditorio al macroconcierto de Territorios'06. Aquí tienes una excelente crónica de lo que allí pasó.
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Desde que las puertas abrieran sobre las nueve y media de la noche, hasta los últimos acordes diluyéndose casi al amanecer, el escenario del Auditorio de Sevilla se transformó en una plataforma de ritmos incesantes, fruto de un mestizaje cultural y musical que tuvo su reflejo no sólo en la variedad de artistas del cartel, sino también en un público tan diverso como entregado, que tuvo la oportunidad de disfrutar de casi ocho horas de espectáculo, dando una respuesta a la altura del evento: el lleno fue casi absoluto, y muy poca gente se marchó antes de las cinco de la mañana.
Los Aslandticos se encargaron de abrir fuego con un amplio repaso a su reciente trabajo discográfico “El mundo está fatal de los nervios”. Y lo bordaron. Tremenda evolución la de estos cordobeses que han sabido aderezar su dominio de la percusión con un reggae fresco, original y cien por cien andaluz. Se nota que lo suyo es el directo. La colaboración de Rubén - de Rare Folk- a la flauta bordó una actuación en la que los concurrentes no paramos de bailar de principio a fin.
Les siguió Mariem Hassam, con esa combinación única de música tradicional saharaui, blues, rock, y protesta política. Temas de su último disco, “Deseos”, abriéndose de una forma muy natural hacia espacios improvisativos que se alargaban en inmensos solos de guitarra y bajo, todo ello mientras sobre las pantallas se exhibían proyecciones relacionadas con la lucha por el Sahara libre.
Sidy Samb, ahora con su Ascanwi Group, ha aprovechado su paso por Mártires del Compás y su experiencia con la formación Gewel para enriquecer su vuelta a las raíces senegalíes con el reggae, el flamenco y el pop, creando así una policromía cultural y sonora que, gracias a su dilatada experiencia sobre las tablas, convierte cada uno de sus conciertos en una lección de saber hacer musical. El sábado demostró además que sabe conectar como nadie con el público de Sevilla, que ya le conoce bien.
El canario Arístides Moreno se presentó entonces ante un auditorio con ganas de más, y supo mantener el nivel. No en vano, su estilo verbenero y singular bebe del calor de los asistentes y, en contacto con un ambiente tan propicio, no pudo menos que desatar todo un espectáculo de la pachanga más variada y divertida. “El corsario de la biosfera”, “agua con gas”, “posición horizontal” o “la canción de las papas” nos tuvieron una hora dando saltos y tarareando sus ingeniosas letras.
A estas alturas de la noche, a nadie le vino mal un breve descanso para reponer fuerzas y bebernos otro par de cervezas. De poco más tuvimos tiempo antes de que subiera al escenario el nutrido grupo de componentes de Ojos de Brujo. Con una cuidada escenografía, el espectáculo dio comienzo con una bailaora taconeando los primeros compases flamencos de lo que se avecinaba. Lo que vino después: un torbellino de puro arte y espontaneidad. Los barceloneses han alcanzado una nueva cumbre de madurez musical con Techarí, tercero de sus trabajos. Los scratches y fraseados vocales más ‘hiphoperos’ flotaban a la perfección sobre las guitarras flamencas y las bases rítmicas más diversas. Con una audiencia más que fiel, que conocía los temas y los coreaba, pese al cansancio, sin que el fervor y la fiesta decayeran lo más mínimo. En casi dos horas se deslizaron uno a uno temas bandera de sus anteriores publicaciones, desde “Acción, reacción, repercusión” hasta culminar con el ya mítico “na en la nevera”. Y entre unas y otras, se marcaron casi la totalidad del nuevo álbum: “Sultanas de merkaíllo”, “corre lola corre”, “piedras vs. Tanques”, “el confort no reconforta”, “tanguillos marineros”, “Respira”...con Marina rasgándose la voz y el alma, y Sergio (no quisiera dejar de mencionarlo) dejándose las manos - casi literalmente- en los cajones.
Una gratísima velada la que tuvimos ocasión de disfrutar. Una larga noche de solidaridad (toda la recaudación de taquilla fue donada a la ONG Andalucía Acoge). Un increíble pistoletazo de salida para lo que promete ser la mejor de las ediciones –y ya vamos por la novena- de este festival internacional que se llama Territorios Solidarios.
Texto y fotos: OULANEM
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